Por la carretera que me
trajo de Cuenca a Guadalajara,la tomo, de nuevo, esta vez para ir
desde Alcocer hasta la desviación de Pastrana y Zorita de los Canes.
Al coger el desvío el primer pueblo con el que me encuentro es
Fuentencina, que, precisamente ese día, también celebrando las
Fiestas de San Agustín, realizan el traslado de reses y encierro en
el campo y en las calles, para lo cual no caben más banes de
caballos en el pueblo. Algún año, también, me interesaré por su
representación de la Pasión en la Semana Santa de esta localidad.
Poco a poco, no hay grandes distancias, aparece Pastrana ,
descendiendo desde la carretera, cruzando el arco de la muralla,
emerge la Plaza de la Hora, y presidiendo el Palacio Ducal que le dá
esa categoría. Escribía de la princesa de Eboli, a su vez Duquesa
de Pastrana , en su nacimiento en Cifuentes, pasó sus últimos años
de vida encerrada en este Palacio por orden de Felipe II. Los
monumentos más significativos de esta Villa Ducal son el ya nombrado
Palacio Ducal, la Iglesia Colegiata que aloja el museo de los
tapices, la Fuente de los Cuatro Caños y el Convento del Carmen.
De nuevo, la Historia de
España con mayúsculas, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús,
, la ya comentada Princesa de Eboli, la familia Mendoza y el marques
de Santillana
Dentro de la Colegiata
existe la Cripta que se accede desde el Altar Mayor, los más
relevantes personajes de la familia Mendoza, allí están enterrados,
entre ellos la Princesa de Ebolo, Doña Ana y Don Ruy, su esposo.Una
curiosidad, reflejada en la obra de Camilo José Cela, existe dentro
de esa cripta y en arcón fuera del espacio de sarcófagos de piedra,
está el cuerpo incorrupto de un ermitaño, Juan de Buenavida
y Buencuchillo , que más que ermitaño, tiene nombre de bandolero.
Este cuerpo se podía ver en la época del Viaje a la Alcarria, pero
no actualmente.
No he hablado de
gastronomía de este viaje, un poco guiado por lo que al preguntar a
la guía oficial del Museo de Tapices y Colegiata, me dijo..”todos
los restaurantes son buenos”..no se mojó. Yo, tampoco, cabrito al
horno, migas con uva, huevos fritos y tropezones, morteruelo,
pimiento al horno con ventresva, aunque tengo una amiga que dice que
eso de la ventresca es para cobrar más por el atún blanco,
bizcochos borrachos, y todas aquellas recetas ancestrales que jalonan
la tradición de esta Castilla – la Mancha.
De alli, despidiéndome
de Pastrana, me dirijo a Zorita de los Canes, más embalses y el
maravilloso e histórico Tajo.
Aquí acabo el relato a
excepción del Museo de los Tapices que, por razones de mucho y
entrañable interés personal le ofreceré la última descripción.
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