En
este 2018, después de muchos años de atención y dedicación a ciertos
temas, he podido acercarme a un par de ellos. Fué en junio cuando me
pude desplazar a Cracovia, para desde allí, intentar dar sentimiento e
imagen a ese Auswitch tantas veces y desde hace tanto tiempo estuvo
plasmado en mi mente. Otro de los focos que, desde mis años de
bachillerato ha estado presente, fué un autor, un premio Nobel, Camilo
José Cela y, más concretamente, su “Viaje a la Alcarria”, evidentemente
en su primer viaje de 1946, aunque reseñaré una reflexión , una de las
localidades que visitó en el segundo viaje en 1985, sí , en ese que fué
con un pedazo de coche y una choferesa.
La Alcarria, esa comarca que , aunque por la obra literaria, se centra más en la provincia de Guadalajara, tiene otro paisaje en la provincia de Cuenca. Pero , claro, intento sumergirme, imposible conseguirlo al cien por cien, en la que Cela recorre.
Provincia de Guadalajara, la desconocida para muchos españoles, esa provincia poco nombrada y menos visitada..No se oye mucho aquello de “me voy de viaje a Guadalajara”, pués , bien es cierto que, no haciéndolo, eso que nos perdemos. Guadalajara, es naturaleza, es paisaje, orografía, pero fundamentalmente es Historia de España. Hace más de 30 años, visité esas otras comarcas, el Alto Tajo, con esa bombonera de localidad , como es Peralejos de las Truchas, de igual manera esa otra singularidad comarcal, el Señorío de Molina, siendo su capital, Molina de Aragón. Hasta ahí llegaba mi conocimiento presencial de esta provicia española. Otra de las zonas eran la reseñada en las lineas escritas por Don Camilo. Pensé que, en este año, era momento para toparme con otro de mis imaginarios. ¿por qué..? Pues , francamente, no lo sé. Si que , entre nosotros, en ambos viajes, la emoción y los momentos de dejavú, ahí estuvieron, momentos en los que el empuje de alguna lágrima se hizo notar.
No pretendo con mi recorrido de dos días y medio, por una parte de la Alcarria, emular, ni a nada, ni a nadie, sólo pretendí llegar con mi cuerpo donde ya había llegado con mi mente.
La Alcarría es Historia, es Patrimonio, es orgullo de ser y sentirse español al contemplar sus monumentos, tanto civiles como, fundamentalmente, religiosos.
La capital de la provincia, Guadalajara, es una ciudad, pequeña y verde, a la que le intuyes un grandioso pasado que, naufragan, cual balsas esparcidas por la villa, los edificios históricos que la jalonan, imposible encontrate un entorno, un casco antiguo donde la ciudad histórica se viera reflejada. No, en Guadalajara eso no existe. Edificios como el del Banco de España, el Ayuntamiento, el Palacio del Infantado, maravilloso, cuna de la familia más importante de esas tierras, los Mendoza, junto a él algo muy cercano en su nombre a mí, el Torreón de Alvar Fáñez de Minaya. El Convento de las Carmelitas, la Concatedral de Santa María, un mudejar latente. Todas aquellas moradas, las casas de ese entorno histórico, no existen . Los bombardeos sistemáticos y contundentes que sufrió en la Guerra Civil, han traido que junto a estos edificios emblemáticos, sólo se vean edificios modernos.
Debo dar las gracias a los funcionarios de la Diputación por las facilidades que me dieron para , en horas complicadas, tener acceso a ciertas documentaciones que facilitarían la consecución de mi objetivo. Más aún, alguno me cedió una joya documental de su propiedad, confiando que el Presidente de la Diputación se lo vuelva a facilitar a él. Gracias.
Era el momento de ir a la linea de salida de más envergadura, dejé atrás, por tiempo, ciertas pedanías y me dirijí a la sede del Museo del Libro, “Viaje a la Alcarria”, el único museo en el mundo dedicado a un libro. Se encuentra en el Castillo de Torija. Esa fortaleza que “el Empecinado” mandó volar y que , evidentemente, se reconstruyó, bien es certo, no a satisfacción de todos. Me descubro ante Torija y su gente, un pueblo donde casa rehabilitada, cumple las normas de estética histórica. Magnífico Ayuntamiento, Plaza con encanto e Iglesia de la Asunción con un interés por darle la relevancia que le corresponde. Un dato, hasta 1995, el retablo que presidía el Altar estaba prácticamente destruido, se gestionó, la compra de un nuevo retablo en la población de Atienza, que es el que, desde entonces, preside laIglesia. Muestra del enorme patrimonio de la Iglesia en estas tierras alcarreñas. De ello hablaré en otro episodio. El próximo, el recorrido por los apellidos, Cifuentes, Trillo, Chillarón, entre otros.
La Alcarria, esa comarca que , aunque por la obra literaria, se centra más en la provincia de Guadalajara, tiene otro paisaje en la provincia de Cuenca. Pero , claro, intento sumergirme, imposible conseguirlo al cien por cien, en la que Cela recorre.
Provincia de Guadalajara, la desconocida para muchos españoles, esa provincia poco nombrada y menos visitada..No se oye mucho aquello de “me voy de viaje a Guadalajara”, pués , bien es cierto que, no haciéndolo, eso que nos perdemos. Guadalajara, es naturaleza, es paisaje, orografía, pero fundamentalmente es Historia de España. Hace más de 30 años, visité esas otras comarcas, el Alto Tajo, con esa bombonera de localidad , como es Peralejos de las Truchas, de igual manera esa otra singularidad comarcal, el Señorío de Molina, siendo su capital, Molina de Aragón. Hasta ahí llegaba mi conocimiento presencial de esta provicia española. Otra de las zonas eran la reseñada en las lineas escritas por Don Camilo. Pensé que, en este año, era momento para toparme con otro de mis imaginarios. ¿por qué..? Pues , francamente, no lo sé. Si que , entre nosotros, en ambos viajes, la emoción y los momentos de dejavú, ahí estuvieron, momentos en los que el empuje de alguna lágrima se hizo notar.
No pretendo con mi recorrido de dos días y medio, por una parte de la Alcarria, emular, ni a nada, ni a nadie, sólo pretendí llegar con mi cuerpo donde ya había llegado con mi mente.
La Alcarría es Historia, es Patrimonio, es orgullo de ser y sentirse español al contemplar sus monumentos, tanto civiles como, fundamentalmente, religiosos.
La capital de la provincia, Guadalajara, es una ciudad, pequeña y verde, a la que le intuyes un grandioso pasado que, naufragan, cual balsas esparcidas por la villa, los edificios históricos que la jalonan, imposible encontrate un entorno, un casco antiguo donde la ciudad histórica se viera reflejada. No, en Guadalajara eso no existe. Edificios como el del Banco de España, el Ayuntamiento, el Palacio del Infantado, maravilloso, cuna de la familia más importante de esas tierras, los Mendoza, junto a él algo muy cercano en su nombre a mí, el Torreón de Alvar Fáñez de Minaya. El Convento de las Carmelitas, la Concatedral de Santa María, un mudejar latente. Todas aquellas moradas, las casas de ese entorno histórico, no existen . Los bombardeos sistemáticos y contundentes que sufrió en la Guerra Civil, han traido que junto a estos edificios emblemáticos, sólo se vean edificios modernos.
Debo dar las gracias a los funcionarios de la Diputación por las facilidades que me dieron para , en horas complicadas, tener acceso a ciertas documentaciones que facilitarían la consecución de mi objetivo. Más aún, alguno me cedió una joya documental de su propiedad, confiando que el Presidente de la Diputación se lo vuelva a facilitar a él. Gracias.
Era el momento de ir a la linea de salida de más envergadura, dejé atrás, por tiempo, ciertas pedanías y me dirijí a la sede del Museo del Libro, “Viaje a la Alcarria”, el único museo en el mundo dedicado a un libro. Se encuentra en el Castillo de Torija. Esa fortaleza que “el Empecinado” mandó volar y que , evidentemente, se reconstruyó, bien es certo, no a satisfacción de todos. Me descubro ante Torija y su gente, un pueblo donde casa rehabilitada, cumple las normas de estética histórica. Magnífico Ayuntamiento, Plaza con encanto e Iglesia de la Asunción con un interés por darle la relevancia que le corresponde. Un dato, hasta 1995, el retablo que presidía el Altar estaba prácticamente destruido, se gestionó, la compra de un nuevo retablo en la población de Atienza, que es el que, desde entonces, preside laIglesia. Muestra del enorme patrimonio de la Iglesia en estas tierras alcarreñas. De ello hablaré en otro episodio. El próximo, el recorrido por los apellidos, Cifuentes, Trillo, Chillarón, entre otros.
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