domingo, 14 de octubre de 2018

TODO DEBERÍA TENER UN ANTIDOTO

En la mayoría de las ocasiones, los antídotos, solventan situaciones de aspectos físicos ante elementos externos que entran en nuestro organismo. Lo más generalizado son los venenos de las distintas especies de serpiente, Frank de la Jungla, recopilaba ese fruto de las serpientes venenosa para encontrar su antídoto. De igual manera, son apreciados para paliar los efectos no deseados o excesivos de ciertos medicamentos.

Físicos todos ellos, pero nunca nos hemos planteado algún antídoto para ciertas formas de concebir e interpretar, para algunos miembros de generaciones recientes, la pertenencia a esta España nuestra. Muchos de ellos conocen poco el resto de este "racimo", llamado España. Diferencian entre el "ser" o "estar", con respecto a su tierra de nacimiento y en dónde está esa geografía, la que le vió nacer y crecer. Lo ideal , desde mi punto de vista, es conjugar el verbo ser. Soy valenciano y, consecuentemente, soy español. La otra forma , que nos conduce, a veces, a situaciones indeseables es, "soy valenciano, exclusivamente y Valencia, está en España....", añaden algunos....." y , yo,no quiero estar en ella". Como explicaba, no se puede querer, valorar, apreciar lo que no se conoce. Y, España, para según qué gente, no es conocida. No se la han explicado en los colegios, institutos, incluso, universidades y, en estos momentos, de poco más se puede echar mano como antídoto para paliarlo.

Nosotros, los de nuestra generación y alguna anterior, si los tuvimos, nos enseñaron Geografía e Historia de España, nos enseñaron, entonces no entendía para qué, los reyes godos, los ríos de España, las comarcas, las provincias etc. etc.Pero tuvimos más suerte aún, ah!, y para los que me acusen de nostálgico “trasnochado”, les digo, nada más lejos de la realidad, también hubieron cosas nocivas, muchas, pero ahora , de lo que escribo es de antídotos contra el “no me siento español” . Habían dos instituciones que lo fabricaban...por toneladas, repartiéndolo entre la juventud a manos llenas. Las dos , hoy denostadas. La primera, El SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO. Bien es cierto que existían abusos, o por lo menos intentos de hacerlos. Los soldados de remplazo estaban en él para cometidos específicos y concretos al servicio por el cual eran movilizados, sencillamente, se debía cumplír la ley. Pero unido a ello, sobretodo a partir de principio de los 70, los soldados de remplazo, salvo los casados con hijos, no podían realizar su “mili”, para que nos entendamos, en donde tenía fijada su residencia. Fué una diáspora, cada joven de 21 años era enviado a un sitio de España que, conociéndolo o, la mayoría de las veces, desconociéndolo, le “tocaba”. A su destino iba, conjuntamente con otros jóvenes de distintos puntos de España. Los conocía, se hacían amigos, se contaban como era su tierra, su gente, sus virtudes, sus problemas, sus frustraciones, sus anhelos, se daban cuenta que no eran diferentes. Durante , casi año y medio, esos camaradas eran su familia, en cada punto de España, tuvieron, desde entonces, alguien cercano. Pero no quedaba ahí la cosa, el Ministerios del Ejército, así se llamaba entonces, firmó un acuerdo por el cual, un grupo muy amplio de soldados de remplazo, durante diez días, recorrían la Región Militar en la que iban a cumplir el servicio. Os puedo decir que yo fuí uno de esos “soldaditos” que viajaron por toda una Región española, desde entonces, si cabe, la amé más como parte de España y me sentí orgulloso de la Sagrada Familia y de Montserrat, y del Jardín Botánico de Blanes y de tantas y tantas cosas, me sentí orgulloso de Cataluña. Y años más tarde, subí a mis hijos en el coche y , con el mismo orgullo, les mostré esa parte de España que a mí me hizo presumir de conocerla y valorarla. ¡¡Qué buen “antídoto” fué ,!!.

Pero he dicho, dos, la “otra”, también durante un periodo de tiempo fué despreciada, las UNIVERSIDADES LABORALES, también estuve en una de ellas, en la de Córdoba, exactamente, casi siete años, interno y rodeado de compañeros de , absolutamente, toda España. De los doce a los dieciocho años, desde mi segundo de Bachiller a mi COU experimental, fué el primer curso en el que se impartió. Conmigo niños, adolescentes, jóvenes que fueron creciendo a la vez que yo. Alumnos que cantábamos al futuro, sin saberlo...”Bajo el cielo andaluz hoy amanece, los destinos de España en nuestras manos...”, muy de la época..amanece, destinos, ...en fín. Nos sentimos amigos y nos orgullecimos de que esos amigos fueran de Barcelona, de Bilbao, de Coruña, de Cáceres, de Madrid...de Canarias o de las Baleares porque, eramos todo en uno. Eramos granos de uva, pero pertenecientes a un racimo común. Hicimos juntos nuestra primera huelga, nos cerraron el centro, hicimos bajo el mismo nombre, deporte de equipo, hicimos teatro, nos sentimos uno, diferentes, pero iguales.......viajamos, disfrutamos y lloramos la lejanía de estar sin nuestras familias...

.¿Quién me puede discutir que aquellos chavales, que aquellos que se fueron forjando unos junto a los otros, en razón de donde habían nacido, debían separarse del resto?. No, no lo hubieramos entendido . Hoy creo que aquellos niños y jóvenes, hoy hombres estamos inmunes a ciertos virus secesionistas y separatistas por ese antídoto que siendo muy niños y , posteriormente, siendo unos jóvenes nos inoculamos unos a otros.
Difícil hoy de suministrar, peor de fabricar ese antídoto. Pero, querido lector.....a pesar de todo, ¡¡qué bien sabía!!!


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